La visión en las hormigas
Debido a la gran variedad en las hormigas, con miles de especies diferentes conocidas por la ciencia, hay muchas posibilidades de visión, desde hormigas ciegas que viven en el interior de la tierra, hasta hormigas dotadas de una buena visión. La mayoría posee órganos dedicados a este fin: los ojos.
A diferencia de otros animales, pueden tener hasta dos tipos de ojos, los que denominamos “ojos compuestos” y los “ojos simples u ocelos”.
Los ojos compuestos, como su nombre indica, están formados por multitud de unidades individuales, pequeños ojos denominados “omatidios” compuestos por unas pocas células, dotados cada uno de su propio cristalino y córnea que reciben los rayos de luz. Cada omatidio conforma un punto de información, cuya unión a través de una fibra nerviosa forma una especie de imagen.
Los ojos simples u ocelos son mucho más sencillos, perciben niveles de luz y polarización desde la parte superior; probablemente les sirva para orientarse incluso de noche o avanzar sobre vegetación densa.
De todas formas, la visión en estos seres es inferior a la de otros animales como los mamíferos o las aves.
Los machos tienen los ojos por lo general más desarrollados, incluso mejores que los de las obreras de la misma especie. Parece que dentro de la misma especie, unas hormigas ven mejor que otras.
Hay que destacar que la mayoría de la relación de las hormigas con el medio, se realiza por sistemas químicos y sensoriales. Podéis ver esto en artículos del blog dedicado a esto; Antenas: unos receptores fantásticos y La comunicación en las hormigas.
REFERENCIAS:
https://ocularis.es/la-vision-en-los-animales-iv-los-ojos-compuestos/