Temnothorax nigriceps Mayr, 1855

La situación del género Temnothorax en la Península Ibérica está lejos de resolverse; se requiere una revisión urgente. Se han identificado y descrito 44 especies, aunque es importante destacar los problemas taxonómicos señalados y el limitado estado del conocimiento actual.
Entre estas especies, se encuentra T. nigriceps, perteneciente al grupo tuberum Cagniant & Espadaler (1997). Esta especie presenta un tamaño reducido de 1,9-3,3 mm y se caracteriza por su color anaranjado con mesosoma rojizo.
Algunas de sus principales características incluyen:
Ojos reducidos, aproximadamente 1/4 de la longitud de la cabeza en vista frontal.
La cabeza exhibe un tono marrón oscuro, casi tan larga como ancha en vista frontal en la mayoría de los individuos.
La maza antenal se presenta más oscura en comparación con el resto de los funículos de la antena.
La escultura cefálica se caracteriza por un desarrollo típicamente marcado, con la frente mayormente estriada o estriada-reticulada.
El mesosoma presenta un tono rojizo mientras que los fémures muestran una tonalidad más oscura en comparación con el resto de las extremidades.
El gastro, en general, exhibe un color oscuro, con una mácula amarillenta en la base del primer terguito.

Fig. 1) Obrera de T. nigriceps en vista lateral

Fig. 2) Obrera de T. nigriceps en vista dorsal

Fig. 3) Cabeza en vista frontal de una obrera de T. nigriceps

Fig. 4) Detalle de la antena de una obrera de T. nigriceps

Fig. 5) Mesosoma en vista lateral de una obrera de T. nigriceps

Fig. 6) Propodeo, peciolo y pospeciolo en vista lateral de una obrera de T. nigriceps

Fig. 7) Detalle del peciolo y pospeciolo en vista lateral de una obrera de T. nigriceps

Fig. 8) Detalle del proceso subpeciolar de una obrera de T. nigriceps

Fig. 9) Aguijón de una obrera de T. nigriceps

REFERENCIA:

Arcos, J.; Fede, G. 2023.
Hormigas de la Península Ibérica y Baleares. Barcelona. 490 pp.

Trichomyrmex (=Monomorium) destructor (Jerdon, 1851)

Las hormigas invasoras se cuentan entre las especies más perjudiciales para los ecosistemas a nivel mundial, ejerciendo un impacto significativo tanto en la biodiversidad como en la economía. Su presencia puede provocar alteraciones graves y, en muchos casos, conduce a la pérdida de especies autóctonas de hormigas.
Un ejemplo destacado de esta problemática es la hormiga de Singapur, científicamente conocida como T. destructor, que ha ganado notoriedad por su comportamiento destructivo. Esta especie tiene la capacidad de perforar diversos materiales, incluyendo goma, tejidos, plásticos aislantes de la electricidad, así como cables de teléfono y polietileno, ocasionando molestias considerables a los residentes de edificaciones, incluyendo picaduras dolorosas. Se encuentra en proceso de expansión, a través del comercio y tráfico de mercancías.

Las obreras de T. destructor exhiben una marcada variabilidad en cuanto a tamaño, con longitudes que oscilan entre 1.8 y 3.5 milímetros, y presentan una gama de colores que va desde tonos amarillos claros hasta marrones más oscuros, siendo predominante un gastro marrón oscuro a marrón negruzco, con un área amarillenta distintiva en la base media. Su anatomía se caracteriza por una cabeza cuadrada, antenas de 12 segmentos con extremos en forma de maza, ojos relativamente pequeños con 4 – 6 omatidios en la fila más larga, así como mandíbulas con tres dientes grandes y un cuarto diente notablemente más pequeño. La superficie de su cuerpo es mayormente lisa y brillante, adornada con setas erectas.
Un rasgo distintivo crucial para la identificación son las finas estrías transversales en el vertex (parte central del borde posterior de la cabeza) y la marcada hendidura metanotal.

Fig. 1) Obrera de T. destructor en vista lateral

Fig. 2) Obrera de T. destructor en vista dorsal

Fig. 3) Cabeza en vista frontal de una obrera de T. destructor

Fig. 4) Mesosoma en vista lateral de una obrera de T. destructor

Fig. 5) Peciolo y pospeciolo en vista lateral de una obrera de T. destructor

Fig. 6) Peciolo, pospeciolo y gastro en vista lateral de una obrera de T. destructor

Fig. 7) Detalle de un ojo y el aguijón de una obrera de T. destructor

REFERENCIAS:

Joaquín L. REYES-LÓPEZ 2019.
Confirmation of the presence of Trichomyrmex (= Monomorium) destructor (Hym., Formicidae) in the Iberian Peninsula.

Arcos, J.; Fede, G. 2023.
Hormigas de la Península Ibérica y Baleares. Barcelona. 490 pp.

CATÁLOGO ESPAÑOL DE ESPECIES EXÓTICAS INVASORAS
Monomorium destructor (Jerdon, 1851)
MONDES/EEI/NC011

Oxyopomyrmex magnus Salata & Borowiec, 2015

Este género necesita una revisión. Hasta ahora, en la Península Ibérica se han registrado dos especies: O. saulcyi y O. magnus.
O. magnus es una pequeña hormiga de color marrón oscuro y cuerpo robusto, con una longitud de 2.5 a 3.5 mm. Se distingue de O. saulcyi por tener la cabeza más ancha que alta y un pronoto con una escultura más marcada en vista lateral.
Al igual que O. saulcyi, sus ojos son ovalados, ocupando un tercio del costado de la cabeza, y se proyectan lateralmente casi hasta la parte ventral, llegando hasta (o muy cerca de) las inserciones mandibulares.
Es un endemismo ibérico citado del centro y sur penínsular.
Ejemplar procedente de Granada, España.

Fig. 1) Obrera de O. magnus en vista lateral

Fig. 2) Cabeza en vista frontal de una obrera de O. magnus

Fig. 3) Detalle de la antena de una obrera de O. magnus

Fig. 4) Cabeza en vista lateral de una obrera de O. magnus

Fig. 5) Mesosoma en vista lateral de una obrera de O. magnus

Fig. 6) Mesosoma en vista dorsal de una obrera de O. magnus

REFERENCIAS:

Arcos, J.; Fede, G. 2023.
Hormigas de la Península Ibérica y Baleares. Barcelona. 490 pp.

SEBASTIAN SALATA & LECH BOROWIEC 2015.

A taxonomic revision of the genus Oxyopomyrmex André, 1881 (Hymenoptera: Formicidae)

Oxyopomyrmex saulcyi Emery, 1889

Este género necesita una revisión. Hasta ahora, en la Península Ibérica se han registrado dos especies: O. saulcyi y O. magnus.
O. saulcyi es una pequeña hormiga de color marrón claro a marrón oscuro, con una longitud de 2.3 a 2.7 mm. Se distingue de O. magnus por tener la cabeza más alta que ancha y un pronoto con una escultura menos marcada en vista lateral.
Sus ojos son ovalados, ocupando un tercio del costado de la cabeza, y se proyectan lateralmente casi hasta la parte ventral, llegando hasta (o muy cerca de) las inserciones mandibulares.
Ejemplar procedente de Jaén, España.